lunes, 9 de febrero de 2009

SANTO EL ENMASCARADO DE PLATA




El 5 de febrero de 1984, todos los fanaticos de la lucha libre presenciarían el último acto de quien por cuarenta años se había convertido en uno de los íconos más populares de la cultura mexicana: SANTO EL ENMASCARADO DE PLATA.

En un acto de escapismo, el corazón del encapuchado fallo nuevamente por lo cual es llevado de inmediato a un hospital de la capital mexicana donde fallecería horas después. Con su muerte, se develaría el misterio que siempre guardo, el nombre del Santo era RODOLFO GUZMAN HUERTA, originario de Tulacingo nacido el 23 de septiembre de 1917. Otro de sus más guardados misterios fue su rostro que, aproximadamente, un mes antes de morir descubrio en el programa CONTRAPUNTO para sorpresa de aficionados, conductor y otros luchadores invitados a dicho espacio.
Sus inicios fueron un fracaso tras otro, adoptando nombres y personajes que no terminaban de calar en el publico. Sólo logro la fama cuando se apodo como EL MURCIELAGO II, pero el MURCIELAGO VELAZQUEZ reclamo la usurpación del nombre con lo que Rodolfo tuvo que abandonar su personaje luchístico.
Cuando Jesús Lomelí le propone el uso de una máscara plateada y la selección de un nombre, Rodolfo no tenía ni idea ni se imaginaba que se iba a convertir en uno de los personajes más representativos de la cultura latinoamericana, no sólo en la lucha libre, sino en las páginas de los cómics y en el celuloide. El 26 de julio de 1952, sube al ring con el nombre de EL SANTO y es descalificado por su exceso de violencia, ganándose de este modo el favoritismo de la audiencia y comenzando así su carrera hacia el exito y el estrellato.

Ese mismo año, sale a la venta las foto-historietas publicados por José G. Cruz las cuales hacen que el mito alrededor del enmascarado crezca de manera exorbitante. Su publicación tuvo tal aceptación que para 1954 existían dos revistas semanales y un libro compilatorio de sus aventuras. El editor también le propone el ingreso al cine con la película EL ENMASCARADO DE PLATA, rechazado por el plateado por lo escaso del rol y la condición de villano.
Pero el cine continuo persiguiendo al luchador y para 1958, Fernando Oses le propone formar parte de dos filmes a realizarse en la Cuba de Batista. Las películas en cuestión fueron EL CEREBRO DEL MAL y LOS HOMBRES INFERNALES ambas dirigidas por Joselito Rodríguez, cuya filmación termina un día antes de la invasión de la isla por parte de Fidel Castro. Para 1961, Santo filma su primera película en rol protagónico en la ciudad de México, SANTO CONTRA LOS ZOMBIES, aunque su nombre encabeza la producción, su tiempo en pantalla era medido en comparación con el resto de los actores. A partir de allí, el luchador realizaría un total de 54 producciones que ayudarían a mantener al cine mexicano por largo tiempo, hasta entrado los años 70.
El Santo se convirtio en el gran héroe de chicos y grandes, y a diferencia de los otros héroes, heroínas y super personajes de comics de otros países, uno podía ir a ver a su héroe en cualquier Arena de Lucha Libre en México o, si tenía mayor suerte, conseguirlo en una esquina tomándose un café o comiéndose un taco.



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